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Rio Negro
BARILOCHE, LA MADRE DE LAS BATALLAS
Así se titula el nuevo informe de Conversatorio ComPol que reproducimoes a continuación
Podría decirse que son las elecciones municipales más importantes de la provincia. Tiene el electorado más grande de Río Negro, y sus resultados trascienden su frontera.
En estas elecciones, podría ocurrir, además, un dato curioso: la gobernadora Arabela Carreras podría presentarse a elecciones por fuera del oficialismo local, a través de un partido municipal o por el propio Cambia Río Negro.
En este sentido, se avizora un escenario complejo, que presenta al oficialismo y a la oposición, un desafío. ¿Quién será oficialismo y quién oposición? ¿Cómo afecta el contexto/clima a las candidaturas en Bariloche? ¿Realmente hay candidaturas que logran no ser alcanzadas por el mal clima que se vive contra la política en general?
Pues bien, en este informe, y en parte en el informe anterior (sobre las elecciones en Río Negro), notamos que no hay figuras que escapen a las generales de la ley: nadie mide de manera exorbítate. Esto no es una particularidad de Río Negro, sino del conjunto del país. La pregunta es: ¿quién podría canalizar más votos en un contexto en donde las promesas ya no son creíbles? ¿Quién podrá captar los votos “bronca” y darle una salida a aquellos que, pese al enojo, aún esperan que sea el Estado quien resuelva los problemas?
Pues bien, en esta encuesta, arrojamos una “foto” del escenario actual pos elecciones provinciales, para ir configurando una idea sobre cómo será la batalla de la ciudad más importante de la provincia.
Es el clima
En cuanto a las gestiones, claramente hay un deslinde: un 73% desaprueba la gestión del Gobierno Nacional, y solamente un 14% la considera buena o muy buena. Apenas un 12% cree que es regular. Esto, claramente, es un problema para el peronismo local, que si bien logró retener un caudal de votos a nivel provincial, la dispersión de listas fue categórica. Por ahora, la interna nacional, no da indicios de lo contrario. Otro dato, es que las dos listas peronistas más fuertes, sacaron apenas 6 mil cada una (Vamos y Nos Une) en la ciudad. Eso los deja con pocas chances para construir un frente en donde ser protagonistas.
Para darse una idea del clima: la fuerza libertaria quedó en tercer lugar en Bariloche, dejando el 4to y 5to puesto para las opciones peronistas.
La imagen provincial, en cambio, si bien ha descendido, se mantiene en unos 27 puntos (Muy buena y buena), unos 29 de regular y unos 43 entre mala y muy mala. No parecen ser buenos números, pero en las generales de la ley, no lo son tanto. Sin dudas, será complejo construir una campaña siendo oficialismo y oposición al mismo tiempo.
La gestión del gobierno municipal de Gustavo Gennuso tiene un 25% de aprobación entre muy buena y buena, y un 20 de regular. Mientras que roza el 39% que la considera mala o muy mala. No son números sorprendentes, si recordamos que el intendente ganó su última elección con 34% (23 mil votos). Es decir, hay un electorado muy consolidado y la gestión está bien valorada en un contexto complejo. Es, un piso interesante para trabajar como oficialismo.
Imágenes
En primer lugar, la encuesta arroja algo que es esperable: nadie tiene más de 41 puntos de imagen positiva.
Sí, en medio del desierto se destacan la gobernadora Arabela Carreras con 41%, luego Gustavo Gennuso con su histórico 37%, y luego, muy lejos todo el pelotón: Marcela Abdala (35%), Alejandro Ramos Mejía (30%), Juan Pablo Muena (26%), Carlos Valeri (25%) Agustín Domingo (19%), Ramón Chiocconi (22%), y Juan Pablo Ferrari (18%), Pablo Chamatrópulos (12%), Carlos Aristegui (11%).
Estos puede leerse de dos formas: una, si la gobernadora va “por afuera” el que mejor condiciones tendría para enfrentarla sería Gustavo Gennuso: voto consolidado ante la fragmentación. Pero como su nombre no estará en ninguna lista, la pregunta es quién del oficialismo podrá trasladar sus votos y ampliar la base de sustentación. Y esta es la otra lectura: sólo alguien “nuevo” podría romper su techo y no él mismo. Además, ya está visto que es muy difícil (no imposible) el traslado de votos.
Por otro lado, la heterogeneidad demandará al resto de los partidos a una alianza amplia para poder enfrentar al oficialismo. ¿Quién está en condiciones de conducirla? Esa pregunta no tiene respuesta.
Si las elecciones fueran hoy, un 30% de los encuestados señaló que lo haría por la marca Juntos Somos Río Negro, y en segundo lugar, por Cambia Bariloche (21%). En tanto, un 17% señala que votaría una opción peronista (que podría dividirse).
Volvemos a insistir: son número bajos, pero que no escapan a la media nacional. Es decir, las tres marcas siguen siendo competitivas para ir a una elección. De hecho, la marca Cambia mide más que sus propios candidatos. Esto es un problema, porque en general las elecciones son muy “personalizadas”, y esto hace que un candidato poco potente (es decir, que los electores no crean que pueda ganar/gobernar), disperse votos hacia otras fuerzas.
Lo mismo le cabe al peronismo, o a JSRN. Recordemos que Bariloche tiene una particularidad histórica, y que puede verse cuando se observa la opinión de los encuestados: para las elecciones presidenciales (en donde se valoran otros parámetros por parte de los votantes), el 38% votaría una opción peronista, mientras que el 31% a Juntos por el Cambio, y un 10% a los Libertarios. Es decir, los mismos electores consideran su voto de manera diferente, de acuerdo a lo que esté “en juego” y de acuerdo a quiénes sean los candidatos.
Esto no es algo actual. Es una práctica histórica del voto barilochense. Sólo hace falta mirar los resultados de las elecciones de 2015, 2019, y todas las intermedias. Es un voto desacoplado, localista, personalizado. Ahora, en un escenario particular.
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